Olvera, compositor de la mayoría de los temas, contó que estaba “cruzando en unos lados oscuros tras un rompimiento”, cuando escribió muchas de las letras de este álbum que saldrá a la venta el próximo 21 de abril.
Y es que el arte, “para bien o para mal, es lo que te nace en el estómago, en las vísceras, en los testículos, lo que realmente sientes cantar”, señaló en una entrevista en la ciudad de Guadalajara (Jalisco), donde surgió esta banda a finales de los años 80.
El grupo invitó a varios medios de comunicación a sus estudios a escuchar su noveno álbum de estudio, que incluye temas como “Adicto a tu amor”, “Peligrosa”, “La Telaraña” o el propio “Cama incendiada”, que da título al disco, destacando la importancia de ese objeto tan simbólico en el que los humanos pasan casi la mitad de su vida.
“Ahí se nace, se crece, se reproduce y se muere. El amor a veces genera tantas llamas que se pueden convertir en ceniza”, aseguró el cantante, quien presentó cada uno de los temas explicando sus ritmos y su significado.
En opinión de Alex González, batería de la banda, es un disco “muy ecléctico” que tiene toques de evolución y “canciones que a los fans que nos han seguido toda la vida les van a recordar a los inicios de Maná, pero con un sonido más actualizado”.
El álbum fue producido por el estadounidense George Noriega, productor de artistas como Ricky Martin, Shakira y Jennifer López, quien “plasmó mucho su talento” y obligó al grupo a salir de “nuestra zona de confort para tratar de hacer cosas diferentes y arriesgar otras cosas musicalmente hablando”, apuntó González.
“Maná siempre ha sido una banda de fusión, una banda de rock pop que hace fusión de diferentes elementos, sea de la música latina, caribeña, hemos hasta metido música clásica (…). En un disco de Maná vas a encontrar diferentes estilos, ninguna canción se parece a otra”, aseguró.
Y quizás la más distinta entre los diez temas de “Cama incendiada” (Warner, 2015) sea “Mi verdad”, el dueto con Shakira, que salió al aire hace unas semanas y que, contó Olvera, le compuso a su hijo Dalí, quien en medio de su drama fue como el “oasis” en su desierto.
En este tema es donde se hace la única reivindicación política al hablar de las “doctrinas”, “oradores” y “dictadores”, algo dirigido “para Venezuela y México” por “toda la corrupción, que es el cáncer de Latinoamérica”, dijo Olvera.
Pese a que México no atraviesa por su mejor momento por sus problemas de inseguridad, el disco de Maná casi no tiene referencias a su país, pese a que la banda siempre ha destacado por ser bastante crítica.
“Cuando hablamos acerca de ello la verdad no resultó a nivel espontaneidad creativa, no salió. (…) pero seguimos bien comprometidos con las causas sociales y con México”, dijo. “Igual faltó un poco”, reconoció Olvera, quien señaló que hubo un tema que se grabó en este sentido, pero al final no salió.
Charlando precisamente sobre la situación actual del país, el cantante dijo que está mal a nivel político, pero “se está viendo que la fuerza de la gente, la parte social de la gente, el saber que tiene voz a través de las redes, eso está cambiando la escena del mundo”.
“Eso a mí me llena de esperanza, saber que la gente se puede unir a través de las redes sociales para generar un cambio”, agregó el intérprete, quien dijo que “tampoco hay que ser tan trágicos en todo”, ya que “México no se está incendiando como a veces lo quieren poner en Estados Unidos o en Europa”.
Por su parte, González explicó que “México es un país que es tan grande que supera sus problemas”. Latinoamérica sufre un cáncer que se llama la corrupción y entonces tanto es responsabilidad de los medios como de nosotros como sociedad civil denunciar esas cosas”, apuntó.
“Nosotros como mexicanos (debemos) hacer todo lo que esté en nuestras manos para mejorar el país”, dijo el artista, quien aseguró que Maná es “de los pocos artistas” que han puesto el nombre de México “tan en alto” y que es un país que, allá donde van, siempre lo presumen mucho.
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