El año se empezó a despedir con el último gran recital, anoche, en el Estadio Mario Kempes, donde 29 mil personas asistieron al show de Maná, la banda mejicana que regresó a Córdoba para presentar Drama y luz , el último disco de estudio que grabaron y que los tiene de gira desde hace meses.
Maná tiene hinchada propia en Córdoba y eso se notó anoche, ante una multitud que se sabía de principio a fin las letras de sus hits más conocidos, y también de las nuevas canciones. Desde el momento de la aparición sobre el imponente escenario, a las 21.30, la multitud se enfervorizó con Lluvia y vivó cada una de las canciones que se escucharon, en una puesta visual imponente.
A pesar del intenso calor cordobés de ayer, los fans llegaron desde temprano al estadio, que había abierto las puertas a las 18, con la advertencia de que era importante ser puntual y llegar con anticipación, para evitar las demoras en el ingreso.
Con respecto a la organización, después de días anárquicos en la ciudad y en la misma jornada de la jura del nuevo intendente, era casi una intriga saber cómo iba a organizarse el ingreso. Si bien el operativo de la Policía de la Provincia estaba asegurado, había versiones encontradas sobre si iba a haber agentes municipales controlando el tránsito. Pero, finalmente estuvieron y permitieron que en los accesos todo se desarrollara con normalidad.
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