El grupo mexicano Maná reclamó una Latinoamérica “con menos corrupción y más honestidad” durante los recitales que ofreció en Buenos Aires, el sábado 3 y domingo 4, donde presentó en vivo los temas de su más reciente álbum.
En
el marco de su gira por América Latina, el grupo –uno de los más
emblemáticas del rock en español– se presentó el sábado y domingo por la noche en
la capital argentina, ante unas 45.000 personas, (por noche) en el estadio del club
Vélez Sarsfield.
“Ningún humano es ilegal“, “No vamos a dejarnos“, “Hay que luchar“, fueron las frases que aparecieron en las pantallas que adornaron el escenario del estadio y que acompañaron los dichos del baterista Alex González, quien abogó por una América Latina más honesta y menos corrupta.
Maná introdujo así el tema “Latinoamérica”, mientras se mostraban los colores de las banderas de los distintos países del continente, desde México, a Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay y Argentina, entre otros.
El grupo incluyó en su repertorio esta canción de su flamante álbum, “Drama y luz”, y con la que consiguió compactar al público que asistió a los dos shows programados en Buenos Aires, que tuvo como introducción la “5ª Sinfonía” de Ludwig van Beethoven.
“Lluvia al corazón” fue el primero de los temas de su flamante placa que abrió el recital y que marcó el regreso a la Argentina, después de cuatro años, del conjunto mexicano, cuyo repertorio contó con clásicos como “Oye mi amor”
El show incluyó también temas como “De pies a cabeza” y “Señal”, antes de interpretar en una versión sinfónica “Espejo”, una canción en la que –dijo– “habla de un personaje atrapado en un espejo que cambia de tiempo y de geografía y aparece en un monasterio de la época de la inquisición”.
Entre los otros temas que ofrecieron figuraron “Vuela paloma libre”, y “Labios compartidos”.
“Ningún humano es ilegal“, “No vamos a dejarnos“, “Hay que luchar“, fueron las frases que aparecieron en las pantallas que adornaron el escenario del estadio y que acompañaron los dichos del baterista Alex González, quien abogó por una América Latina más honesta y menos corrupta.
Maná introdujo así el tema “Latinoamérica”, mientras se mostraban los colores de las banderas de los distintos países del continente, desde México, a Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay y Argentina, entre otros.
El grupo incluyó en su repertorio esta canción de su flamante álbum, “Drama y luz”, y con la que consiguió compactar al público que asistió a los dos shows programados en Buenos Aires, que tuvo como introducción la “5ª Sinfonía” de Ludwig van Beethoven.
“Lluvia al corazón” fue el primero de los temas de su flamante placa que abrió el recital y que marcó el regreso a la Argentina, después de cuatro años, del conjunto mexicano, cuyo repertorio contó con clásicos como “Oye mi amor”
El show incluyó también temas como “De pies a cabeza” y “Señal”, antes de interpretar en una versión sinfónica “Espejo”, una canción en la que –dijo– “habla de un personaje atrapado en un espejo que cambia de tiempo y de geografía y aparece en un monasterio de la época de la inquisición”.
Entre los otros temas que ofrecieron figuraron “Vuela paloma libre”, y “Labios compartidos”.
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